El sosias del pueblo

En la madrugada de hoy ha sido detenido un joven, de en torno a 25 años, acusado de suplantación de identidad. Aprovechándose del clamor popular que impulsa el movimiento de #CarlosTwitterYa, el imputado P. M. G. creó una cuenta de twitter haciéndose pasar por Carlos Loredo, y aglutinó a su alrededor a un nutrido grupo de seguidores, que ahora sufren el amargo mordisco de la decepción en sus propias carnes.

La reacción espontánea de la población de Corea del Norte no se ha hecho esperar

 
Aún no puedo creer que no sea él, twittea @tynapipo, sentía como si hubiese tenido la oportunidad de conocerle en persona..., concluye antes de añadir el hashtag #vidademierda. Los psicólogos especializados en adolescentes y jóvenes están preocupados; se trata de una edad muy peligrosa, explica el doctor Mafrune, en la que los rasgos de la psique aún están en proceso de formación. Son muy vulnerables a la decepción, por lo que no nos extrañaría que una personalidad tan cautivadora como la de Loredo pudiese provocar suicidios en masa.

El imputado había hecho bien sus deberes. Contestaba muchos tweets con ¡Que va, ho! y abundantes apelativos de faltosu, seguía a usuarios como @repsol, @campsa y @petronor, y utilizaba constantes hashtags como #newpichu, #aymiforito y #mozuques. Incluso consiguió convertir en trending topic a #loredosjoke, un hecho que fue el que puso en alerta a las autoridades. No nos parecía creíble que un porcentaje tan alto de sus chistes nos hiciesen gracia, declararon representantes de la red social.

Loredo's joke!

El suceso ha despertado preocupación con respecto a la gestión de seguridad en Twitter, para evitar que nuevos falsarios intenten hacerse pasar por Carlos Loredo, en un intento de utilizar su influencia mediática para fines particulares. Recordamos a todos los usuarios que las verdaderas cuentas de autoridades y otros personajes mediáticos son validadas por un tic azul, pió el señor Twitter. Que nadie se lleve a engaño, añadió, si finalmente el señor Loredo decide pasar a formar parte de nuestra gran familia, lo trataremos con la importancia mediática que merece. Y, pese a hacerse de rogar, lo recibiremos con las alas abiertas, concluyó, reforzando las esperanzas de miles de potenciales seguidores que, no olvidemos, ayudarían a fortalecer su empresa.

Al señor Twitter se le ve profundamente decepcionado
por esta suplantación de identidad. Para ser un pájaro, vamos.